lunes, 29 de diciembre de 2008

No sé, qué pensás

Si te miro a través de la mesa... 
me estás mirando.
Y me río, y te reís.
Sé que entendés...
no sé, qué pensás.

Suena el teléfono 
lo atiendo rápido...
me río de lo que todos hablan... 
y es cómico cómo pasás de lo que allá sos,
a lo que sos en tu casa...

Me acompañás... 
decís algo gracioso...
y casi me olvido de todo 
lo que tenía en mi cabeza 
cuando llegué...

Te saludo y te reto...
quería que me contaras...
Ya habrá otras veces,
otras charlas...
ya me dirás cómo lo decís vos...
y yo te diré cómo lo digo yo.

Entonces recordaré 
todo 
lo que traía conmigo unas horas antes,
lo que llevo conmigo hasta no sé cuándo...

y te contaré en secreto,
que quiero transformar 
un problema en solución...
y es muy probable 
que me digas la verdad...
que la gente que se quiere se quiere...


lunes, 1 de diciembre de 2008

Cuénteme...



Cuénteme de Usted... sí... no mire para otro lado, usted... el de los ojos grandes... el que se está encogiendo... vamos! Cuénteme de Usted... Cuénteme dónde va cuando no sabe dónde ir... ¿En qué piensa cuando  no sabe en qué pensar? ¿Qué pide de cenar cuando no puede cenar conmigo...?
¡Vamos! Cuénteme que no tengo mucho tiempo, y el poco tiempo que queda quiero pasarlo así: escuchándolo.
Cuénteme qué voy a hacer de mi vida en los próximos dos años... ¡Cuénteme!...
¿No puede saberlo? Yo creía que sí, porque usted es de los que llevan las cartas que me jugué en la última partida, bien acomodadas en el bolsillo del piloto.
Abríguese, saldremos ya... ¡Sí! nieva... ¿Y qué? Vamos a mojarnos con ese aguanieve antes que se acabe... vamos a mirar los vidrios empañados... vamos a resolver este problema que tengo desde hace rato... Algo muy particular.... algo que me acompaña aunque ahora usted no salga a mojarse con ese aguanieve ya, y me pida que me quede un rato más... 
No me mire así... ¡Sonría!... ya sé... sí... ya sé... venga, acérquese... ¿se queda un rato más?
¿Entonces después saldrá? Está bien... ¡qué sean dos!.