miércoles, 25 de junio de 2008

¡Alto!, ¡qué disparo...!


Vamos a intentarlo aunque sea algo utópico..
Como intento cada día cuando los miro
Como intentas cada día cuando vas…
Vamos a tratar de hacer más fácil el momento
Vamos a tratar de dar tregua al dolor…
¿Quién dice que quieres? ¿Quién dice que puedes?
¿Quién dice qué puedes?
Nací con una ilusión prendida al pecho,
Crecí con un sueño sujeto a mi sombrero…
Llevé los puños siempre arremangados
Corrí con las piernas listas para el vuelo…
Pero llegué a un punto en que a los veinte…
Me dijeron: ¡Alto!.
Y lo dijeron crudo… fuerte: ¡Alto!
¿Quién puede detener los pies descalzos?
¿Quién puede contra toda la ilusión del niño?
¿Quién puede descreer al que se aferra?
Sólo eso. Un: ¡Alto!
Un ¡Alto! y me bajaron.

Dicen los abuelos a sus nietos que no caigan,
Piden los padres a los hijos que no yerren…
Pero sé que no siempre el vagabundo se ha perdido
A veces es alguien que sigue buscando
A veces los niños juegan a los grandes…
Y es cuando el mundo se pierde de lo mejor
Porque “bajar” al cielo de los chicos es subir
Y dejar que los chicos crezcan es volver…
¿Quién dice que es simple?
Yo creo que no.
Porque si te dicen basta, te caes…
Porque si te cortan el aire, te asfixias…
Alguien nos está llamando…
Los avances nos detienen….

Para oír el llamado de la vida
El mundo debe hacer silencio

Vamos a intentarlo aunque sea algo utópico..
Como intento cada día cuando los miro
Como intentas cada día cuando vas…
Vamos a tratar de hacer más fácil el momento
Vamos a tratar de dar tregua al dolor…
¿Quién dice que quieres? ¿Quién dice que puedes?
¿Quién dice qué puedes?

Ahora la que diga Alto seré yo…
Con un Alto bajan a disparos a los locos soñadores
Pero jamás detienen al verdugo que mata la experiencia
Nunca duerme el que se apasiona…
Jamás se apasiona el que duerme…

miércoles, 4 de junio de 2008

Entrada número 23

Mi edad. Las veces que gira el reloj antes de llegar a la hora 00. Los números que siguen al primero después del cero: El Uno. Las veces que miré el calendario en una tarde. La cantidad de minutos que dura un segundo hoy.
Si te lo hubieras callado todo sería distinto. Si hubieses tenido en cuenta el momento, la forma, el maldito protocolo... hubiera podido descansar.
23...
Las veces que abrí los ojos sin poder dormir. Los contactos conectados con los que jamás hablo. Veintitrés. Un gran número, y a su vez muy pequeño.
¿Qué dice la gente de los números? ¿Quién cree en ellos? YO no. Sólo me sirvo de ellos para dar horarios, para arreglar compras, para armar bocetos... bocetos llenos de pegotes de plasticola... con un collage de palabras que dicen mucho y no dicen nada... entrada número 23. ¿Entrada a qué? ¿Qué compré estos últimos días?... Aveces... no se sabe por qué un millar de palabras no son comprensibles, yo lo sé. Por que no se está en la cabeza del escritor que las inventa... incluso, no las inventa... simplemente las usa. HOy puse muchas, pero no dije nada... quizás sólo esté intentando guardar las que dicen mucho... para cuando precise recordar.