viernes, 17 de julio de 2009

Alguien que me cuide...

Los días caminan lentamente... casi que se arrastran.
Puedo mirar tu semblante frío. Helado. Quieto. Ignorándome. Callándome. Matándome...
Te veo desde lejos cambiar de opinión... pero no logro acercarme lo suficiente para cambiar la mía...
Te tengo miedo, me tengo miedo, le temo a todo...
Hace rato que cambié mi baraja de naipes por una que venía sin ochos... Y es que aveces el mazo que te pasan no es el que hubieras elegido del estante...
Pero la vida... te ha rogado asiduamente que le des un tiempo para mostrarte... que las caídas y las heridas... no son siempre tales...
Que pase el tiempo, que lleguen eneros... que pasen las navidades... y ya sabremos para qué nos han forjado de un acero tan gris... tan helado...
Pero el acero más duro... se derrite si se olvida de que está elaborado....

sábado, 4 de julio de 2009

Para cuando te haga falta recordarlo:

-Boceto de dudas que no tienen que tener lugar-

Esos días grises se dibujan en el vidrio y se te pegan en la ropa.

Imposible es desarticularlos, todo parece empañado y lleno de un vapor helado.

Odio. Dolor. Duda. Sentir extraño.

Así es como precisas recordar el aroma a jazmines que ya dejaste atrás... y esa cara de loco que pone cuando te dice que no. No le crees. Pero necesitas creerle. Es igual que al principio, precisas amarlo para después dejarlo y sentir que valió la pena. Pero si tanto te quiso... y lo tienes que perder... no puedes creer que ya no quiera.

Antes era "sí" todo el tiempo. Ahora es "no".

La vida se te desarma de a poco... va escurriéndose por tus rodillas hasta los zapatos que compraste hace un tiempo para dejar de andar de tacos... y casi llegando al piso se retiene... quiere mantenerse así. No va a tocar el piso, sino no sirve. La vida baja bien abajo pero no se nos cae. El día que se caiga estaré llorándote amiga, o felizmente sea alguien más quien nos contemple desde alguna cuna.

Era tan inocente... su sonrisa era juguete... era lo que ideabas para pasar el rato, para salir de tarde a tomar un helado. Y ahora la idea te dice que no.

Así se cae la vida un poco más y a los tobillos, te gritan las medias de seda que tomes el jugo y el café, y salgas a gritarlo, quizás haya algo escondido en tus dedos que no quieres soltar…

Y así se tornan las tardes... de inviernos grises en verano... él te quiere bien... vos lo quieres en vano. Y así se nos pasa la vida buscando un amor para andar... si se vuelve a la esquina y se oculta para vernos pasar, lloramos... si vuelve lo alejamos... si no vuelve no lo queremos buscar.

Y así el día que comienza, con la carrera terminada con un diez inmaculado, se vuelve insulsa, innecesaria, de nada sirve... ¡nada de nada!

Y así se nos pasa la semana, creemos que queremos seguir pero no sabemos cómo.

Amiga... llena de eso está la vida. Creemos que nada tiene sentido si no tenemos dónde ubicar el corazón... lo que no entedemos es que primero hay que llevarlo bien puesto para poder trasladarlo por el mundo.

Ellos nos verán pasar... algunos esperarán tranquilos a que volvamos por sendas reflexivas... otros reirán. Pero los que valgan la pena le devolverán el sentido a la vida que quisimos llevar... que ya no es la misma. Ya no puede ser igual. El día que le dijiste "hola" tu plan terminó... y pasó a ser "medio plan"...

Basta con eso amiga... para qué existen los bocetos... ¡¿sino para imaginar!?


Así fué...

Sucedió así.
Nos conocimos.
Qué pena... creíamos que podíamos hacerlo funcionar.
Qué pena. No fue así.
Qué pena!

Sucedió así.
Nos amamos.
Qué pena... pensamos que podíamos controlarlo.
Que idea. No lo logramos.
Qué idea!

Sucedió así.
Nos desconocimos.
Qué pena... creíamos que podíamos llegar a revertirlo.
Que loco. Así fue.
Qué loco!

Sucedió así.
Nos desencontramos.
Qué pena... creíamos que podríamos buscarnos en cada sitio.
Que lógico. No ocurrió.
Qué lógico!

Sucedió así.
Nos dejamos.
Qué pena... creíamos que podríamos continuar juntos.
Qué inevitable. Tenía que ser.
Qué inevitable!

Sucedió así.
Nos extrañamos.
Qué pena... creíamos que podríamos soportar la lejanía.
Qué real. Tuvo que pasar.
Qué real!

Sucedió así.
Nos temimos.
Qué pena... creíamos que era imposible.
Qué miedo. Teníamos que vivirlo.
Qué miedo!

Sucedió así...
nos conocimos, nos amamos,
nos desconocimos, nos desencontramos,
nos dejamos.

Nos extrañamos, nos temimos...
qué pena! qué idea!
qué loco! qué lógico!
qué inevitable! qué real!

Así sucede...
cuando tiene que pasar...