lunes, 24 de marzo de 2008

Todo todo te consume el tiempo

Me senté en un colectivo junto a alguien que podía medir la energía y eso enseña muchas cosas… a veces…te hace dudar de si es real tu existencia… y por eso casi ni dormí esperando que apareciera la regla que marcaba la medida de mi estado de ánimo…


Y se me presentó Buenos Aires repleto de trenes y buses… y también todos esos ojos… esos pasos apurados… esas caminatas inmediatas… esas polleras flameando… esos trajes largos de smoking… portafolios, niños descalzos… ví de todo un poco… miré de repente y el horario de llegada había pasado hacía rato… la velocidad del lugar se devoraba las horas…


Todo todo te consume el tiempo… pasear lo consume al paso… caminar lo consume a los saltos y si corrés se te acaba al momento… si pensás te olvidás que se está acabando… si soñás no te importa que corran las horas… si dormís… si dormís todos pierden contigo ese tiempo que está hecho para ser dormido… pero hay gente que lo pierde de día, que lo pierde en la vida…

Vivo en un lugar que tiene un jardín que se llena de bichitos de luz por la noche… y es difícil que no se me vayan las horas… en todo el mundo, a toda hora se nos va yendo el tiempo, en un viaje relegado al reloj… lo que no quita que nos detengamos… y así en un tren imparable el paisaje se barre contra las ventanas y para mí los segundos no se pasan… como suspendida en un sueño me robo miradas, me llevo en la memoria un montón de palabras… y así volveré a la historia de siempre, esa de que no alcanzan los días para hacer las cosas… pero dos días van a haber durado meses… y esos dos meses habrán sido mi viaje que me trajo de vuelta a una silla frente al monitor…

Y disculpen que diga de nuevo… Todo todo te consume el tiempo, ¡salvo el recuerdo!.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

será a causa de que todo consume nuestro tiempo que una poeta sensible me regaló un preciso reloj de arena... tal vez para que elija detenerlo en el momento que yo más quiera... deleitarme en una tarde de verano...dormirme en ojos transparentes... cuánto de todo esto dejamos escapar corriendo detrás del tiempo...

Anónimo dijo...

El secreto está en saber atraparlo... no importa cuánto corramos, o cuánto nos corra la realidad... podés darte vuelta de repente y decir ¡Alto! Luly