
Te quedás tomando ese jugo exprimido… helado… lo revolvés para derretir el hielo... pero ya no hace falta… porque esa exhalación de recuerdos se llevaron consigo el hielo también… ahora es agua… mezclada con jugo. Y no tenés ganas de ponerte a pensar… si hubieses mirado mientras se derretía… o si nunca te hubieses dado cuenta… y así pasa cuando el pasado pasea entre las mesas de un bar… porque siempre distrae al que no vive el momento… y nadie puede robarte una idea… ni un pensamiento…
Todos podemos atesorar lo que tuvimos y nadie… absolutamente nadie nos lo puede quitar.
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