lunes, 7 de abril de 2008

MARTES

Aveces es el perfume de ese shampoo que hacía dos años que no comprabas... aveces es el olor a la comida esa que desde el verano pasado no probabas... aveces es el incipiente aroma a fresco que se disipa en el ambiente cuando cruzas esa calle que hacía tiempo no pisabas...

De repente todo lo que alguna vez estuvo rodeándote una tarde... todo lo que una vez cruzó justo en ese instante en que mirabas hacia allá, todo lo que se quedó por un momento quieto... todo lo que fue objeto o escenografía de ese día... revive y se reconstruye como una muralla que se levanta tenazmente rodeándote de nuevo.

La muchacha que pasó y miró hacia otro lado. El señor que dejó el maletín en el banco y siguió adelante. La mujer que tejía el collar de perlas de madera. La niña que tiraba del puño del saco de su madre. El quiosco abierto por las dudas alguien quiera comprar algo. La señora con el carrito de rayas y el paraguas rojo. El señor de traje que llevaba el diario bajo el brazo y le abría la puerta a la joven vestida de verde oscuro. El que barría el cordón de la vereda. El que cerraba la ventana porque ya atardecía. El que giraba el cañito del toldo del video club. El que los miró hablar horas y horas y se preguntó qué estarían debatiendo. La soda. El jugo. Las servilletas blancas. El piso rojo. La mesa de madera. La puerta de vidrio. El mozo... su risa improvisada... la mirada dura que tenías cuando escuchabas... eso.

Pareciera que lavarte el pelo hoy en esta ducha hiciera que aquel martes... jueves... mayo, abril... invierno... se reviviera como artilugio de un fugaz recuerdo. Y ahí estás de nuevo, ese golpe en el pecho, esa emoción intensa que te hizo sentir lo que alguien dijo, esa sensación dolorosa que tuviste, esa risa increíble que causaron aquellas palabras... todo se vuelve memoria inédita... y es entonces que pareciera que todo lo que fue es y no dejará de serlo cada vez que uses ese shampoo de manzana... o comas ese sandwich de tomate y queso, o sientas ese olor a pasto verde.

Añoras por un segundo tener cinco años menos, pero miras a tu alrededor y la muralla se va destiñendo... estás fantásticamente. Estás ahora, aquí, parada, sentada, acostada... pero estás. Y Así estás porque así quieres estar. Y no hay nadie. Sólo el ruido del agua de la ducha cayendo... Date de una vez por todas ese baño. Perfúmate con esa "Eau" de París y sal a conquistar la tarde... porque pasará otro par de años hasta que vuelvas a abrir el frasco por primera vez y sientas por primera vez eso que has sentido ya dos veces.
Ve afuera... camina bien erguida, sostén esa carpeta con decisión... Hay un ambiente perfumado que hará que todo salga bien. Preocúpate si el perfume te abandona un día... si por acostumbrarte a tenerlo encima te olvidas cuál es su color... preocúpate si algún días olvidas lo bueno que es recordar un martes para saber que de ahora en más tus martes serán diferentes. Y porqué no... que puede ser ahora el martes tu día preferido...

Hoy es lunes... en unos minutos ya será martes... y no sé porqué todos creen que los días están hechos sólo para ser parte de una agenda... de un calendario... cuando en realidad son nombres que les damos a un pedazo de vida que le donamos a la historia, y que probablemente no olvidemos nunca... sobretodo cuando todos los martes se llaman martes... y todos los otoños otoños... sin embargo no habrá otro día como mañana.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

silvio dijo en una canción: "... propongo días distintos a los días... para seguir amando este momento ..."
creo que necesito apostar a otra manera de vivir mis días...
gracias por la reveladora frase que explica cómo donamos pedacitos de nuestras vidas a la historia... eterno deseo de trascendencia de los hombres, simples buscadores de testigos de nuestra existencia...

Luly dijo...

siempre lo diré... hazte tu blog amiga!!!!! porque no vale que tenga q juntar todos los comentarios para armar una entrada sin marca registrada!!! nos vemos.. gracias por pasar siempre!